viernes, 11 de noviembre de 2011

Sr. Dios Soy Anna. por Flynn


OH Dioses!!! yo amo este libro!!! y reto a cualquiera que lo lea a que no se enamore de todos sus personajes... 

No recuerdo a que edad lo leí, ni se porque llego a mis manos, supongo que es de esas cosas que debo agradecerle a mi papa, eso de tener una enorme biblioteca. 

De alguna manera el tema de Dios siempre ha sido importante para mi. Supongo que precisamente por haber nacido en una familia tan poco "normal", no haber vivido la religión como la mayoría de los latinos, musulmanes o judios. Nunca me llevaron a un templo ni me enseñaron realmente a rezar. 

Se podría decir que lo mio ha sido siempre una enorme curiosidad por saber porque algunas personas piensan o actúan como lo hacen. Y creer o no en algo determina mucho de eso. Digamos que he sufrido de curiosidad espiritual toda mi vida. Y creo que cuando tome este libro en mis manos, yo no había llegado a mi primera década, o a penas poco mas de eso. Pensé que hablaría de religión o algo por el estilo, pero en realidad el libro es mucho mas que eso. 

Luego lo releí como a los veintitantos, y de nuevo me maravillo... También compre, o le rogué a mi papa que me comprara los otros libros de ella, pero honestamente el primero tiene toda la magia. 



Me termine identificando, pero a la vez admirando profundamente a la muy pequeña Anna. Creo que en realidad todos seriamos como su amigo, asombrados que un ser tan pequeño pudiese abarcar tanta sabiduria, tanto amor y tanto carisma. Esa es una niña que me gustaría conocer, una que me gustaría ser y una, que creo existe de alguna manera en todos nosotros. 


Si, es un libro religioso, pero no lo es. Ella tenia su relación personal y única con Dios. Ese Dios grandote y que todo lo sabe, pero que al mismo tiempo podría estar en un punto del papel y podría tomarse el tiempo necesario para escuchar a una linda niñita abandonada en la calle como un perrito callejero. 

Es una historia compleja, como es la vida. La vida no es plana ni fácil de entender. La historia de Anna tampoco. Es linda pero cruel, edificante pero muy triste. Te aliviara el corazón y te hará llorar. 


No se donde estará Anna en este momento, creo que como el gato de Alicia en el país de las maravillas solo nos ve perdidos en nuestras propias dudas y se sonríe magníficamente, como quien conoce todas las respuestas, pero dejara que tu solo llegues a ella....

Es una pequeña filosofa, científica, teóloga... Anna es mágica... Simplemente maravillosa... 

La recuerdo con ternura, y aun ahora se me quieren salir las lagrimas de los ojos. Maravillosa historia, fácil de leer pero quizás no fácil de entender. 

Anita, que Dios te bendiga bella, gracias por regalarme un poquito de tu corta vida... 





1 comentario:

Comando Dharma dijo...

hace muchísimos años leí este libro, voy a tener que repescarlo, Gracias.

He leido tu comentario a Zen vivo, Zen muerto.

Como dice Joan Manuel Serrat: "nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio"

A mi no me entristece la condición humana, al contrario, la creo enriquecedora.

Si Shakyamuni creó un código de conducta para sus monjes, es porque lo necesitan, por que no son perfectos. Pienso que un discípulo de Budha siempre está a medio cocer. Por eso practicamos la atención.

Practicar la atención en lo que és, tal cual és, tambien merece un espíritu crítico, y un espíritu crítico merece un espíritu compasivo, no es cuestión de dejarse tomar el pelo (si vas con la cabeza afeitada es imposible)

Gente en el error la encuentro por todas partes (comenzando por mi mismo)

Yo encontré una práctica donde me educo sobre los principios de Libertad y respeto por mi intimidad, comenzando por mi maestro.

Y ahí estoy, como dijo Shakyamuni, caer siete veces y levantarse ocho.

Salud,Gasho y buena práctica.

Juntos en los tres tesoros.
Budha, Dharma y Shanga

Toni (Comando Dharma)